Diseños futuristas, adaptados a su entorno o a las condiciones meteorológicas de la zona… la innovación quiere colarse en estas imponentes infraestructuras que marcan la geografía para llevar el suministro eléctrico a todos los rincones.
Una torre eléctrica o apoyo eléctrico, a veces denominada torreta, es una estructura de gran altura, normalmente construida en celosía de acero, cuya función principal es servir de soporte de los conductores eléctricos aéreos de las líneas de transmisión de energía eléctrica.
Se utilizan tanto en la distribución eléctrica de alta y baja tensión como en sistemas de corriente continua tales como la tracción ferroviaria. Pueden tener gran variedad de formas y tamaños en función del uso y del voltaje de la energía transportada.
Los rangos normales de altura oscilan desde los 15 m hasta los 55 m, aunque a veces se pueden llegar a sobrepasar los 300 m. Además del acero pueden usarse otros materiales como son el hormigón y la madera.
En su diseño se deben tener en cuenta, entre otras, las siguientes consideraciones:
– Número de conductores a sujetar
– Tensión mecánica de los conductores
– Afectación del viento, tanto en conductores como en la estructura de la torre
– Tensión eléctrica (alto voltaje) de los conductores
– Tipo de composición del suelo y/o anclaje.
– Implicaciones medioambientales, (fauna, exposición a tormentas, etc.)
Las líneas de alta tensión no gustan a todo el mundo ya que estropean el paisaje, pero el problema es que son necesarias para disfrutar de electricidad en casa. ¿Hacerlas subterráneas? Es demasiado caro.
Como en todas las áreas de la ingeniería, siempre hay cabezas con ideas novedosas, como el caso que os mostramos a continuación.